domingo, 30 de noviembre de 2008

Fiesta de los Gallos

Entre las costumbres mas arraigadas y mas arcaicas se encuentra EL CORRER LOS GALLOS. Se denomina así a una costumbre procedente de la época celta, que con sus adaptaciones se ha mantenido casi intacta.

El juego consistía en colgar un gallo -boca abajo- de una cuerda sujeta a dos postes a una altura de unos dos o tres metros. Los quintos montados a caballo pasaban por debajo y tiraban de la cabeza del gallo. La finalidad era separar la cabeza del cuerpo íntegramente, el que conseguía hacerlo era aplaudido por los asistentes y especialmente celebrado por sus amigos y familia.

Cuando se entraba en quintas la fiesta principal era la de correr los gallos. El atuendo completo del mozo era unos pantalones normales, camisa blanca, corbata, una cinta bordada (por su novia, madre, hermana, prima, amiga, etc.) que le cruzaba el pecho. Por supuesto, hacía falta un caballo debidamente enjaezado y si no se tenía se pedía prestado.
En los años 50 esta fiesta se cambió sustituyendo los gallos por la cinta que antes se llevaba en el pecho.
Parece ser que durante los carnavales de 1976, sólo cuatro 4 quintos del 58 fueron los aguerridos valientes que “Corrieron los gallos”.
Podemos ver unas fotos, cedidas por Fran el hijo de Goyo, que dan testimonio del momento. Ahora espero que alguno de vosotros explique cómo fue ese gran día.


sábado, 15 de noviembre de 2008

Don Rodrigo y sus monaguillos

Una de las cosas que nos sorprende al ir al pueblo es ver al señor cura, mientras dice la misa, más solo que la una.

Todos recordamos aquellos tiempos, en los que la plantilla de monaguillos eran tan amplia como la del Madrid. Los domingos además de paga se presentaba la alineación de la semana.

Los que hemos sido monaguillos en la niñez recordamos esas fiestas de misa cantada, las procesiones, el incensario humeante, subir al campanario a repicar, tocar las carracas en Semana Santa,… ¡Que buenos tiempos! No teníamos la PlayStation, pero lo pasábamos en grande. Y aunque éramos pequeños ya teníamos responsabilidades.

Para recordar esos buenos tiempos os muestro esta foto. ¡Qué montón de monaguillos! Confieso que a algunos de ellos aunque recuerdo sus caras no recuerdo sus nombres. Vemos a cuatro quintos del 58: Ángel, Eugenio, Goyo y yo. Vemos a mis hermanos Ángel y Goyo, a mis primos Jesús y Según. Del resto no pongo sus nombres por miedo a equivocarme y porque así ya tenéis motivo para escribir en los comentarios.

Por supuesto que también recuerdo al señor cura, Don Rodrigo. Como para no recordarle, el me dio la Primera Comunión, y como siempre fue mi amigo le invité a casarme y tuvo el detalle de aceptar.

Para aquellos que no sepáis de él os informo que por fin se ha jubilado, nada menos que a los 81 años. Su merecido descanso lo está pasando en la Residencia del Seminario de Calatrava. Sé de buena tinta que está enganchado a la informática, ya veis a los 81 años y navegando por Internet. Seguro que alguna lágrima se le escapa al ver este montón de niños y niñas cantalpinenses. Un abrazo Don Rodrigo, seguro que si tenemos algo de buenas personas una parte te lo debemos a ti.

Me gustaría que esta foto fuera la primera de una serie. Animaros a escanear y me mandáis esas fotos de blanco y negro que guardáis como oro en paño, y las publicamos en esta página que está a punto de llegar a los 2.000 visitantes.

¡Viva Cantalpino y la quinta del 58!

Pulsa sobre la foto para verla en grande.